viernes, 29 de enero de 2010

jueves, 28 de enero de 2010

tregua






Estoy envolviendo los tesoros de estos meses con cuidado para no dañarlos por el camino. Ahora vuelvo, pero en unos meses volveré a volver a otro aquí diferente.



martes, 26 de enero de 2010

sábado, 23 de enero de 2010

helena




Las cosas que mejor sé hacer son: viajar con poco dinero, leer periódicos, estar sola, dormir, tomar cañas, hacer malabares y andar en monociclo, tener las manos frías, ser sonámbula, sonreír, estar descalza, escribir rápido en el ordenador, pasear, dejarlo todo para última hora pero tenerlo a tiempo, quiché de puerros, saber donde esta cada cosa cuando para los demás todo está desordenado, vestirme con ropa de colores y soñar.


jueves, 21 de enero de 2010

Armadura






Aunque no lo use, ver este tono entre mi ropa interior sonriente me da mal rollo, siempre lo he evitado, me hace pensar en la vejez, la muerte. Lo sé, el tiempo pasa, pero yo seguiré dejando que la luz rescate colores alegres.




miércoles, 20 de enero de 2010

guerra




A ella no le gustaban las mujeres pero conmigo había decidido hacer una excepción o al menos jugar. Nunca nos habíamos acostado y yo pensaba a menudo en el momento que eso sucediese. Los encuentros no eran frecuentes pero esas noches nos entreteníamos con besos furtivos y caricias calientes en bares llenos de gente de donde, si nos hubieran visto, posiblemente nos habrían expulsado.

La chica me atraía sexualmente, pero nada más. Tenía muy claro que ese era todo mi interés. No era la mujer de mi vida, no podía serlo, yo no quería que lo fuese. Pero me moría de ganas de tenerla en mis brazos, besarla, acariciarla, disfrutar de su cuerpo, comerme sus caricias y recorrerla con mi lengua. Quería hacerla temblar de placer, que disfrutase del mejor orgasmo de su vida, que se olvidase de los hombres un rato. Quería ser la primera en demostrarle que las caricias de las mujeres son siempre más certeras que las de un macho hambriento de sexo. Que no hay por qué escoger. Que es diferente.

Pero de vez en cuando también me sorprendía pensando en despertar a su lado, cocinarle, mimarla, regalarle flores. Despedirme de ella cuando se marchase de fiesta sabiendo que pasaría por alguna cama antes de volver a casa… Pero intuyendo que volvería porque, en el fondo, sólo estábamos jugando. Ella a ser una chica mala, yo a ser feliz.

martes, 19 de enero de 2010

borrando las tragedias



"Era lunes, y después de desayunar volví a la cama para ver si mis manos borraban la distancia"









lunes, 18 de enero de 2010